Blog del Axolotl y otros animales.

¿Será que si o será que no?

Él no es, definitivamente no es quien estamos buscando, denle cualquier cosa y suéltenlo.

¿Era ya oscuro?, muy poco se podía filtrar en esa habitación, no sabía cuanto tiempo llevaba ahí encerrado, siempre cambiaban los horarios para todo, la comida le llegaba irregularmente, dos veces al día, tres veces, una vez, de pronto ninguna; tampoco podía ver los rostros de nadie, y con dificultar escuchaba sus voces, que a sus oídos siempre eran distintas. ¿Será que era de noche o de día? Ningún ruido del exterior le llegaba, gritos que para él eran murmullos, le era tan difícil imaginar una cara para el ser que emitía esos sonidos, sería un él o una ella, sería un soldado, sería un verdugo, sería él mismo gritándose por su torpeza.

Afuera, déjelo ahí, se verá bien, justo como lo que es.

Estaba untado de basura hasta la cara, lamía las gotas de sudor que corrían por todo su rostro hasta llegar a la boca, donde se mezclaban con desperdicios del gran basurero en el que lo habían tirado, vestía un uniforme gris claro, de un solo bolsillo en el pecho al lado derecho, donde gentilmente le habían colocado un billete. Esperaba que se montaran en su camioneta del servicio pero no pasaba el tiempo, ellos se quedaron estáticos, congelados en el espacio, viendo como lentamente se retorcía, devorándole los ojos, burlándose y carcajeándose, a alguno se le ocurrió que podrían hacer algo final, algo divertido con él antes de irse, dejar una marca imborrable para llenar su necesidad de poder, reclamar su premio por haber ido a tirarlo a un basural.

La luz iba apareciendo en el camino, a lo lejos apareció la figura de un perro

Era una trocha que él no conocía, un camino en cualquier sitio rodeado de árboles de mediano tamaño que iban floreciendo a medida que el adelantaba un pié y concretaba un ciclo completo. Caminaba lentamente viendo como salían flores rojas y amarillas y todo el camino se iba acolchando por sus pétalos formando un suave cojín donde reposó y se quedó dormido por un buen tiempo, despertó cuando una intensa luz roja le despertó.

Con un billete en la mano lo encontró la policía cuando caminaba sin ropa.

Se le marcaban las costillas en la piel, su cuerpo no era más que un montón de huesos que andaban sin rumbo por cualquier parte, la piel sangraba, los huesos eran débiles, no había mente, solo instinto animal que le decía que había que salir del basurero, todo el tiempo repetía, ahí vienen los de blanco, ahí vienen los de blanco. Esa era la respuesta para todo, ahí vienen los de blanco, ¿Cómo se llama? Blanco, ¿Reconoce a alguno de ellos? Ahí vienen.

bueno.....hay mucha gente que me ha cuestionado....y ha querido llegar más alla....les haremos más fácil la vida....voilà! besos y abrazos a quien corresponda....

Common name: Mexican Walking Fish or Axolotl
(nombre comun: Mexicano Caminando Pez, o AXOLOTL)

Scientific name Ambystoma mexicanum
(Cientifico Nombre: Eso de ahí arriba)

Origin: Lake Xochimilco, Mexico
(Origen: Chochimilco, Méjico)

Ease of keeping: Medium
(Facilidá de tenencia: Medio)

Aggressiveness: Highly Aggressive
(Agresividá: Alta Agresividá GRRHRRRR!!!!!)

Lighting: No specific needs
(Rayos truenos y CEntellas: No necesita especificamente)

Y COME CARNEEEEEEEEEEEE!!!!!!!!!

Cenotafio Vol. II

FICCIÓN DOS (Cuento breve)

En una marcha maratónica por el centro de la ciudad mientras se gestaba una de esas situaciones absurdas en donde no se sabe muy bien que es el amor pero se conoce perfectamente lo que es el odio, él le dijo por enésima vez que era muy aburrido andar con él (acá hace falta otro pronombre para poder entender él-otro). Con la desfachatez que lo caracteriza y su sentido de la maldad tan unido al desprecio diciendo – no joda, usted sí que es aburrido- no se podía esperar una reacción menos explosiva que la que se dio después de haber constatado que todo su cansancio al adentrarse por las empinadas calles de la Candelaria, todo su empute acumulado y esa sensación de oprobio, habían sido en vano ya que la puta biblioteca no abría ese puto día. Fue pasar la calle y derrumbarse en improperios contra la raza humana, contra él y su maldita manera de amar, contra el calor del centro, contra la puta biblioteca otra vez y contra sí mismo por no poder escapar sin salir lastimado de esas situaciones absurdas que se volvían habituales y parecían destinadas a acabar con todo sin que ellos dos pudieran hacer algo.


Cenotafio (Del lat. cenotaphĭum, y este del gr. κενοτaφιον, sepulcro vacío). Lo que empiece con este nombre será una recopilacion con dolor del alma negra y nefasta de cosillas, series, cosas reminiscentes. por ahora, advierto la mayoría no son de mi autoria, en beneficio de su autor y a su salud y beneplacito -Opossum-

FICCION UNO (fábula) El cara de mapache sale de la cueva con su rojo pelambre y en plena hora sin sombras tiene dificultad para ver con nitidez cinco metro adelante, donde la tímida y gorda zarigüeya reposa con su habitual vianda de la hora sin sombra (tiene viandas para cada hora) y con impaciencia intuye la presencia del mapache que con desprecio le lanza una mirada y vuelve a la cueva corriendo como quien escapa de un depredador. La zarigüeya aguarda unos momentos en el bosquecillo habitado por alimañas de innombrable fealdad que no tienen problemas en hacerlo sentir extraño, pero la zarigüeya no se deja intimidar por las bestias lobunas de este bosque alejado de su apacible morada y erguida en sus patas traseras se aventura en la caverna maloliente. Ya adentro la situación se torna oscura (obvio, es una cueva) y entre tanto animal le es difícil distinguir al hermoso mapache rojo de los otros; comunes y vulgares zoomorfos como ella misma. La espera no parece dar frutos, el mapache no se deja ver y el complejo davivienda (ya sé que no es el contexto y que además es un mal chiste) hace que la zarigüeya se sienta confundida y triste. Del vientre ignoto de la cueva pululan animales de toda clase, pero carecen de gracia y pasan inadvertidos ante los ojos miopes de la zarigüeya que espera ansiosa la aparición del mapache en un rincón. Por fin el mapache sale por la boca de la cueva acompañado de un ejemplar mas bien vulgar de lince de los Alpes y con frialdad mapachina se dirige hacia la zarigüeya que está a punto de estallar de la dicha ante un evento tantas veces esperado y al estar frente a frente le dice en mapachino - kiubo, espéreme un rato – acto seguido se da la vuelta y con habilidad despacha al lince que corre a refugiarse en brazos de un oso de circo de pueblo, el mapache, dueño del lugar, mira detenidamente a la zarigüeya, se acerca, y con premeditada astucia le zampa un mordisco letal en la yugular, la muerte no es inmediata, pero permite al mapache pasearse orgulloso por el bosquecillo con la zarigüeya en la boca, quien se desangra feliz en sus fauces ante la mirada indiferente de los animales presentes.

YORACITE (Y AHORA SI TE) VERSIÓN 0.1.1.1.1.B

Fue sorprendente increíblemente la cura para mis males apareció de la nada, simplemente me levanté y la costra de ese nudo negro clavado en el centro del pecho iba cayendo, mi vida ha vuelto por obra de los mitificados dioses. El día pasó en total normalidad, el nudo se iba deshaciendo del negro carbón hasta que se convirtió en un corazón normal que bombeaba sangre llena de nicotina por todos lados. En la noche, en una sala con un caracol gigante de madera incrustado en el techo, digo, es un caracol porque lentamente se desplaza por toda la sala dándole ese aspecto de inclinada, pero de todos modos es un animal, justo ahí, debajo de eso, todos nos reunimos para ver un show musical, era un engendro translucido que poseía un señor con disfraz de monja. Apenas aparece el señor se para en el escenario y hace una venia, es ahí cuando aprovecha el ente para poseerlo, y cuando él se sentaba en el banquito de las orejas redondas el hechizo se completaba. La gente devota al engendro estaba muy anímica, él no lo era tanto porque iba meterles el dedo en la garganta para que les diera tos, les rascaba la barriga para que se tiraran pedos y los pellizcaba para que gritaran, creo que nadie se daba cuenta, pero la velada se venía adornando con finos toques fisiológicos por parte del auditorio, claro otras personas estaban muertas de la risa por el espectáculo, pero el hombre que estaba en la sala se esforzaba por masacrar el piano con todas sus fuerzas, a medida que todo el acto se desarrollaba mi vida se iba sentando en mi lentamente, como si también me poseyera, de modo que no fue el engendro nuevamente, sino yo mismo quien ocupaba mi silla, definitivamente era yo. Mientras en el arpa metálica el engendro a penas asomaba sus ojos vidriosos toda la gente proseguía con esa serenata de gritos, pedos y risas que el pianista acompañaba algremente con los capriccios y los intermezzos, todos éramos tan felices ahí, cuando el concierto acabó, el señor con traje de monja se inclinó nuevamente y con un ademán de la mano se libró del engendro que corrió por toda la sala para recoger los pedazos de risa, pedos y gritos que estaban diseminados por la sala, una noche singular y perfecta, llena de aplausos, gestos, abrazos y lagrimas, y, el señor engendro que llenó en su bolsa de engendreces los restos para después depositarlos con meticuloso cuidado en el arpa del piano para futuros conciertos para el regocijo y la cultura popular de la gente.

YORACITE (y ahora si te)

me anonicé....estoy aterrado...mágicamente vuelve a mi la vida. Fue increible como mucha gente se reunió en una sala con un caracol de madera en el techo a observar como un engendro poseía a ese hombre sentado frente al piano; el engendro lo poseía desde el momento en que su culo se aplastaba en el banquito que sube baja con unas orejas ubicadas a los dos lados de su cuadratura. La gente ama al engendro, pero el engendro no los quiere, el les hizo dar tos, mucha tos, otros se tiraban pedos, hubo unos que se cagaban de la risa, yo los veía, sentía que mi vida volvía a entrar, que la recogía desde cada pedo ycada tos que salía en la sala mientras el hombre sentado frente al piano trataba de discimular los pedos y las toses con las notas que salían del arpa metalica, el engendro se sentaba en el arpa para discimular el sonido del piano también, fue tan divertido que salí super contento, creo que por ahí habré tosido también unas cuantas veces, el pianista fue ovacionado con creces, y los pedos y las toses las cogió el engendro y las guardó dentro del arpa para otro concierto.

J'Y AI PENSÉ


para que no me olvides te dejaré mis versos...y etcétera, en medio del festival inter-regional del despecho organizado por mi persona, salé ese popular estribillo a colación en medio del vino derramadosobre la cama en un curioso accidente "vasal" (que se refiere a los vasos) cuando mágicamente se desfondó y el vino adquirió una nueva dimensión de libertad. Pasados los grados, pasada la dicha?, salir salir salir, todos los días a las 12m como la cenicienta, o la del lago de los cisnes, o como carlos, repentina transformación de todo a las 12 cuando me rasca hasta las zonas mas innominadas del cuerpo por salir, la angustia te está matando.

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Joder, me duele tanto amor....sobre todo el stent....

La señora juez del juzgado once de familia del circuito judicial de Bogotá me fallo la famosa tutela que otrora me había hecho popular entre los lindes judiciales...y voilà...hay sentencia mañana y para sorpresa y horror mio la fallaron sin tutelar los derechos que pedía de la pobre Carmenza y sus dos Stents carotidos....que haremos sino impugnar...tenemos tres días y una línea jurisprudencial que hacer. ojalá ojalá que ahora si la honorable sala de familia diga que le van a enchufar esos aparatos antes que se le suba la bilirrubina y le haga coagulos.

No será el cuento de la peluquería, el que me gustaría reconstruir, es otro, me gusta también, lo escribí un día, no lo volví a leer hasta hoy.

Me figuró sentarme a escribir otra vez, tanto le huí, pero aquí estoy otra vez desnudo.

Hombre hace tanto tiempo que no escribo nada, míreme ahora, ya no soy nadie, no sirvo para llenar ni siquiera servilletas de cafetería, las de triangulito, ¿si se ha fijado lo tacaños que son allá para las servilletas? Las cortan, las cortan, re cortan, doblan vuelven a doblar, es una labor generalmente asignada para las mujeres, ¿tan raro no? En fin, alguna vez oí que usted me podría ayudar, pero que, es como complicado ¿si o no?

La última vez me dijeron que escribiera mis sueños, que eso sería muy bueno y me impulsaría o al menos me calentaría para escribir en serio, pero no me acuerdo ninguno, porque no escribo uno suyo? Cuénteme un sueño y yo lo escribo ¿vale?

Me gustaría que sueñe con el mar de colores, mejor, con la orilla del mar, quiero que vea la arena, si se fija muy bien hay unas huellas que le llevaran a una casa entapizada de piedras negras de todos los tamaños, una fachada con dos ventanas como ojos y una puerta muy pequeña por la que tendrá que agacharse para poder entrar, porque va a tener muchas ganas de entrar, tomará un puñado de arena y lo besará con todo su amor, tal vez le den ganas de esparcir arena por su ropa, pero es mejor que ese puñado lo eche al viento.

Entre de una, no piense, métase, que puede que le guste, no va a saber hasta no haber probado algo, un poco. Me agache lo que más pude, pero fue inútil tuve que arrodillarme para entrar, me sentí humillado, era una sola mole de piedra con dos huecos, que cosa había ahí para hacerme arrodillar. A penas entré vi que la casa era más pequeña de lo que pensaba, eso si era tan oscura como por fuera, al pasar la puerta hay un pasillo que divide en dos el espacio, a cada lado del pasillo hay una puerta de madera, al final del pasillo una ventana con barrotes por donde se filtra la luz, las dos puertas estaban una frente a la otra y los espacios que contenían eran del mismo tamaño, no fue difícil escoger alguna, opté en primer lugar por la izquierda.

Una habitación grande, techo, piso y muros estaban pintados, saltándose una piedra, todas de blanco, era un tablero de ajedrez. A excepción de un tragaluz del techo que iluminaba toda la habitación no había un solo agujero, tampoco había un solo objeto ahí, estaba sólo yo sentado debajo del tragaluz, bañándome de sol y de arena.

Quédese un rato sentado, va a esperar un ruido que viene de la otra habitación para irse, le gusta estar sentado viendo el tablero de ajedrez, mientras espera el ruido, se le ocurrirá pensar en las olas se deslizan hasta el borde de la playa tan suaves y desinteresadas, llegan por llegar, se van cuando quieren irse, usted se sienta por que quiere estar ahí, el sol lo acaricia desde el tragaluz, lo quema despacio, pero no le importa porque usted espera un ruido más fuerte que las olas. Juegue ajedrez contra el mar, eso lo distraerá un rato, no importa que pierda o que gane.

Fue un ruido seco, el mar se enmudeció y lo dejó para pensar, pero no era necesario, usted ya sabía de qué se trataba, era un cuerpo cayendo de una silla por inclinarse más de la cuenta. Usted lo conocía muy bien, usted siempre se cae de ese modo.

Un estruendo me sacó de mi concentración y corrí al lugar donde yo creía algo se calló, me paré del chorro de luz y me encegueció salir de la habitación esperé en el marco de la puerta un momento para que mis ojos revivieran, sólo debía cruzar la puerta en frente mío, no había más habitaciones, ni puertas, ni espacios, de ahí tuvo que venir el ruido, al entrar había un espacio muy grande y oscuro, enchapado de la misma piedra, pero más negra, tal vez no había nada y el ruido era mi imaginación jugando conmigo. En el centro de esa habitación tropecé con algo. Tanteando ese objeto noté que era una silla, era raro, una silla pero ¿se calló sola?

Cuando haya puesto la silla en su lugar, en la mitad de ese lugar, va a cerrar la puerta y se va a sentar en ese espacio repleto nada, en medio de la oscuridad, cerrará sus ojos, aunque le piquen no va a querer abrirlos, esperará en silencio, usted y la silla.

Me senté un rato ahí porque en la otra habitación me quemó un poco el sol, y pues ésta era más fría que la otra, ahí cerré los ojos un rato y comencé a balancearme hacia atrás. Perdí el equilibrio y caí al piso. Me dolió mucho, caí sobre piedras, cuando sentí que alguien abría la puerta, me fui rápido y en silencio hasta la esquina humeda y rocosa. Dudó en entrar, después rodeó el cadaver de la silla, al cabo de unas vueltas lo paró en el centro, se devolvió a cerrar la puerta y comenzó a balancearse, antes de que le pasara lo mismo le pregunte qué que estaba haciendo y me dijo que iba a escribir un cuento.

Oiga, tengo que irme, de pronto otro día sueñe con algo de lo que me pueda acordar, yo caigo a su casa vemos a ver si escribimos algo. Ojo con la silla de su escritorio, esa silla es un poco floja, la última vez tenía rota una de las patas de atrás y casi se desbarata.


El zafarrancho de las maletas, ultimo

Todo emepezó hoy, a la mitad de la tarde cuando con voz angustiada mi madre llama a contarme el fátidico hecho -Carlos, se perdió la maleta de Diana, con el pasaporte, la plata, uy la cédula, se le perdió la cédula, la visa! ah juemadre también se perdió la visa- Claro yo pensé que vieja tan bruta fue a dejarse robar, pero el asunto no es tan fácil, resulta que le bajaron la maleta de la buseta en la que venía desde Popayan, tenía que llegar hoy para poder irse a Cuba a seguir sus estudios, y ahora se jodió, claro, ahí mismo salí con el bolillo en la mano a reventarle la jeta a quien fuera, pero no, el señor era un principe, que busetero tan amable, y dizque a conciliar para que no lo echen, y que los hijitos menores, y que la esposa, y todo un drama inagotable digno de novela barata. claro, ya me había echo a la idea de apersonarme de todo, incluso, ya estuve pensando en el poder amplio y suficiente que me iba a firmar mi prima, cuando me llama Cruela y me dice- CARLOS, QUE NO, NO ARREGLE VAYA CONTRA LA EMPRESA Y ME IMPORTA UN CULO QUE LE PASA A ESE SEÑOR, ahora nos jodimos todos. La empresa dilatará el asunto hasta que se estalle, al señor lo echaran, y los chinitos y la señora y todo al carajo, y la larva de abogado nuevamente a su nicho, eso sin Tarjeta Profesional no se hace nada, en fin, Amanecerá y veremos como dice el ciego, de chévere, otra foto para la posteridá

Bueno, hoy es 11.09 la fatidica fecha, ayer no escribí nada, o sea que hoy debo hacerlo por dos, en general ayer no pasó nada bueno, dormí, dormí y dormí, cuando ya me dieron ganas de salir ya eran las 12m y pues nada que hacer, es interesante, que capando dos semanas ya de clases, las clases de los días sabados no las haya perdido, ese profesor, don profe, es interesante y tiene algo que si me gusta para ir a sus clases, y hoy si estoy esperando a ver que se hace para almorzar, pensé que sería bueno ir reconstruyendo poquito a poco, cuentos que alguna vez escribí cuando pensé que lo hacía bien, ahora si creo que no lo hago bien, pero a veces insisto, a penas terminé publicaré el cuento de la peluquería del centro, hasta ese momento.

Estoy mamado de los bares afuera de mi casa, estoy buscando información para entablar una acción de tutela en contra de ellos para que tutelen nuestros derechos fundamentales a una vida digna, a la recreación, al descanzo, a la intimidad y otros más, espero, que llamando a la policia frecuentemente haya los suficientes argumentos para sanear la subsidariedad de la tutela.

YA NO ME AGUANTÉ!

ahora como todos andan de cholocolocos y díscolos con sus cuentos del blog y la tecnología, y bueno, yo no soy del todo techie,,, pero a ver que se hace, trataré de no dejar este parto abandonado como la mayoría de los otros, es que soy madre prolija, por ahora nada, me da miedo tirarme las clases de ese modo tan atroz, no he ido ya en dos semanas y dos meses que no veo una sola clase de derecho de autor, ojalá, don don, sea buena gente y me deje hacerle exámenes jijiji, bueno, nos escribimos otra vez.


A propósito de uno ir a la Universidad, no me gusta, y no entiendo, que la gente ·Estudiantes· supongo honorables y respetables siempre tienen que ir en contra de las directrices oficiales, no va a haber un sólo día de sus vidas en que digan, AH QUE BIEN NOS VAN A ARREGLAR LA UNIVERSIDAD FALTA QUE HACE QUE SE EST� CAYENDO, sino, estos triples gonorreas no me consultaron, ah? qué les pasa joder, si no consultar es para saltarse el proceso burocratico ralentizador eterno del país, no está bien que no se haga la consulta, pero, si nos la pasamos de consulta en consulta, todo va a terminar en eso y nunca van a hacer nada en la Universidad, hay que abrir bien los ojos y limpiarse bien los mocos, no todos son intentos para atacar su individualidad y débil fragilidd comunista.


Oiga, ¿se le iba haciendo como tarde no?

No es raro en usted que lo vea por ahí tirado rascándose las pelotas sin nada que hacer, lo mejor es que vuelva a ser usted, eso de andar metido en otro cuerpo no le sienta, mírese, está todo rechoncho, se nota que no corre ni para ir al baño, ah si ve, como la otra noche en el piso, eso le pasa por estar metiéndose en cuentos que no son los suyos, porque mejor no sigue su vida, como en un comienzo usted la había pensado, yo si nunca entendí, no es que no lo haya apoyado, pero eso si, nunca entendí porque cogió las cosas tan rápido y con tanta seriedad, pudiendo primero dedicarse a lo primero, a usted; pero ya la embarró ahora sólo despierte, y siga caminando, que así como va, en menos de lo que canta un gallo nos volvemos a ver aquí mismo.


Reloj

En el incomprensible murmullo de una noche marcada con una figurita de cualquier numero en una pared de aroma blanco y arrugado, Carlos hizo un soberbio descubrimiento que seguramente a diferencia de sus alucinaciones tropicales, éste gozaría de popularidad teológica-científica.

Sintió como en una cosa que cuelga arriba de su cabeza en el primerísimo instante de desconexión con los ojos cerrados, se formaba una maquina negra que bombeaba tiempo por toda la habitación rodeada por un halo negro del que cuelgan pestañas, sumergida en una piscina de aire puerco, en el que también vivía Carlos.

La maquina negra de ojitos encendidos bombeaba tiempo sin dudarlo y debería estar en algún lugar del vasto espacio de los ojos cerrados y la luz apagada, él sentía una a una las vibraciones, que le dieron una sensación de ser perverso como el tiempo mismo; saber que había por ahí una de las maquinas le daba cosquillas pero de color distinto, y para completar el cuadro de cuando en cuando se oía una risa azulona que alargaba por poco la duración de cada segundo perverso, pero no más, empezaba un nuevo ciclo de latido en la cabeza del científico y en el corazón de la maquina.

Seguía posada dentro de la negrura de los ojos apagados, ahí vivía la maquina negra; Pues si Carlos abría por un solo segundo los ojos, millones de puntos ínfimos se agarraban de la mano para construir una realidad posmoderna con calles, avenidas y sanitarios, que de ipso-facto se ubicaban en sus sitios habituales, con sólo la excepción de los bombeos que solo y solo existían inmersos en el silencio negro.

Nótese sin embargo, que penetró el muro negro de los ojos la curiosidad de ver la maquina con la luz y saborear de una vez por todas el dominio de los ojitos encendidos en la distancia. Como fue visto, la abertura momentánea de cualquiera de los dos ojos produce un vacío existencial en el ser de la maquina que lo desmaterializa hasta volver al silencio habitual. Así Carlos procedió a descolgar todo el halo negro de la habitación y vaciar todo el aire puerco por la ventana de marco metálico, y en su lugar entrar algo de aire nocturno con sonido a grillo de montaña y una gruesa franja de chispazos de luz que saltaban por todas partes, con todo eso, Carlos apagó sus ojos, y congraciándose con la generación espontánea maravilla de maravillas, ya no era una negrura la que colmaba el espacio sino un vasto campo de rosa piel en el que existía un cuerpo joven que vibraba a cada segundo, como si su corazón estuviera sincronizado con el mismísimo tiempo. Fascinado y asustado Carlos se movió arrastrado por el campo rosa hasta estar mas cerca del cuerpo que estaba en alguna parte. En un instante eterno vio como eran tan parecidos en las líneas que impiden que uno se riegue por todas partes, el dibujo de la boca, las orejas, cada pelo, eran muy similares, pero a la vez distintos, los dulces ojos se clavaron con un agudo dolor en el pecho de Carlos cuando al compás de cada segundo sus corazones se sincronizaron habían empezado a marcar cada segundo de una noche distinta.

En la tarde del día siguiente, Carlos reunió a sus amigos para contarle su descubrimiento, esperaron un rato conversando en la sala de su apartamento, hasta que el sol cayó hasta el vacío, en un silencio de cementerio irrumpido sólo por la voz de Carlos, en medio de un poco de sombra él nos dijo que había tenido un hijo con la noche.

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