Año Nuevo

Sobre la incomodidad y otros valores.

Tan importante que es para uno que es cristiano, sentirse - incomodo - sentir, el sinsazón de una situación familiar inevitable, sentir el repudio a los vínculos de la sangre que aunque más espesa que el agua, tiende secarse más rapido, que fastidio, y tan cristiano a la vez, hacer llamados a la sangre (la de cristo, y la de todos) para una metafora fatua y vacía.

Esta sensación alarmista de incomodidad, de dolor de estomago, de amargos retorcijones en el bazo, de dolores inexplicables en el higado, faltando cinco pa'las doce, corriendo a abrazar a la mamá, pidiendo disculpas por todo, sindientose lastimeros y miscerables por un cristiano destino de incomodidad y de sangre derramada, secada y pisoteada.

Que el año venidero les de a todos los lectores mucha incomodidad, que les sirva para reaccionar, despertarse del letargo en el que nos tocó vivir, que les pica y se les retuerza. Feliz 2008.