Blog del Axolotl y otros animales.

Cuento del Atril V 1.2

El atril


Hoy fijé mi atención de modo cotidianamente estúpido en un atril que sostenía con disgusto unas cuantas partituras, en el momento en que fue gentilmente inclinado para la mayor comodidad del músico observador, de súbito, se tambalea.


Tanto el inclinador como el músico que contemplaban la escena quedaron perplejos, a la expectativa como se mueva, se jugara el todo, un microsegundo de total y absoluto desconcierto. ¿El atril se caerá o no? Un ligero balance hacia el frente, y las hojas que sobre el posaban se agarraron de su borde metálico con fuerza mientras que la suave y constante corriente producida por el movimiento les batía las esquinas; el atril ahora cambia de mente y se va hacia atrás y de nuevo bate las hojas con su soplido. Así comienza a tambalearse varias veces y a confundir a todos quien en silencio aguardan la final conclusión del su artístico baile; con más inteligencia que gracia el atril decide quedarse quieto para que todos vuelvan a ignorarlo, es un atril tímido que prefiere no llamar tanto la atención, además las hojas comienzan a marearse y él teme las húmedas y escatológicas consecuencias. Corrido y ajustado el atril comienza el concierto en el que me dormí.

                                                           atril

2 comentarios:

  Irving Moncada

9:11 a. m.

Este cuento es muy bueno, cual fue el concierto inspiración?

  Jorge

1:55 a. m.

¿Te había comentado alguna vez que el cuento del atril es mi favorito de todo tu blog? Buena segunda versión, pero como casi todas las segundas versiones, no supera a la primera. Lo siento. Aún así ta bueno, no te acongojes. Un abrazo

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