Fásistol (o cómo sea que se escriba)

El feliz remate del relato del viaje a Quito.

Bueno, hoy si como que hay tiempo y ganas de un bombardeo de imagines alusivas al Quito, viejo, al nuevo, y al frio, hice varios de mis sueños realidad a saber, 1.- Subir a la Básilica. 2.-Subir al TeleferiQo. 3.- Comprar el Chingue. 4.- San Francisco SI EL CORO EL CORO!, lástima que en esas cosas no se haya podido tomar fotos, porque el patrimonio de la humanidad cuesta y hay que pagar por las postales y las maricadas autorizadas, es bueno, que en la iglesia de la compañia, muy en contra de toda esa norma estúpida, toda la gente tomó fotos en un recital de villancicos al que casi no vamos por la noche, que además fue horrible, pero las fotos están divinas, también hay una foto de la maravillosa puerta, mampara, cancél, o lo que fuera, de legarda, muy bonita, lo más lindo, el frio tan terrible del teleferico y el miedo insondable de estar parado en un cuadro de 5cm por 5 cm en el borde de una piedra volcanica viendo un hueco de 75 metros en la básilica, mucha lluvia en estos días en Quito, mucha colonia y sobre todo que estoy muy contento, he visto esas cositas tontas que me llenan, cositas mágicas como habichuelas doradas angelitos tetones y con columbas, las pitetete o algo así, que sotienen velas en las iglesias y que se supone eran cariatides, por supuesto el famoso fasistol, las fotos acá irán por secciones
diviertanse.

Primero, llegamos, y nos quedamos afuera, llegamos en mal momento, muerte, irremediable, por lo tanto, todo el mundo en hospital, y nosotros afuera.

Luego, claramente, aparece la sección colonial, la más nutrida y prolifica.

como también había dicho, la lluvia fue el regalo in crescendo de Quito.

El camino era la cuesta, más empinada, no tampoco, no tanto, pero si empinadisima que remataba en una iglesia gótica, que más bien parecía salida desde el frio corazón de Dresden que del tropical y barroco Quito.

Lo último y más excitante fueron los 4100 metros y los quince minutos de teleferico, mucho frio, un poquito de lluvia pero una vista que llega hasta el aconcagua en chile...no mentira no tanto pero si es lindo.

y para los que querían un derroche de hermosura, un derroche de cosas lindas, belleza inalcanzable, una muestra de lo que logró el basto espectro consumista de la altura, no se si fue por mal de altura, o deseos reprimidos, pero me despido sinceramente de ustedes y de Quito con esta foto, que viva la rica salsurris que escucho en este cybercafé colombiano y mi nueva adquisición.